En un entorno financiero marcado por la incertidumbre y la volatilidad de los mercados, la palabra clave es “estructura”. Pero… ¿qué significa estructurar un patrimonio? Más allá de diversificar para repartir riesgos, se trata de construir un modelo capaz de adaptarse, proteger el capital y mantenerse alineado con los objetivos personales y familiares.
¿Qué entendemos por diversificación inteligente?
Una diversificación efectiva implica combinar clases de activos con comportamientos distintos: renta variable, renta fija, activos reales como el inmobiliario, instrumentos de protección como los metales preciosos, liquidez y —para ciertos perfiles— criptomonedas o productos estructurados.
No se trata solo de “tener un poco de todo”, sino de comprender la correlación entre los activos, su sensibilidad al entorno macroeconómico y su función dentro del conjunto. Por ejemplo, una cartera compuesta solo por acciones puede caer un 20% en una corrección de mercado; en cambio, una cartera bien estructurada puede reducir ese impacto a la mitad.
Ejemplo práctico
Un cliente con un patrimonio diversificado mantuvo una rentabilidad estable en 2022 gracias a una exposición controlada al sector inmobiliario y a un fondo multiactivo global con baja correlación con la bolsa. La clave no fue evitar el riesgo, sino repartirlo con criterio.
Más allá de los activos: el marco estratégico
También hay que tener en cuenta factores como:
Jurisdicción fiscal
Objetivos familiares y de legado
Necesidades de liquidez
Tolerancia real al riesgo
Una estructura patrimonial inteligente se parece más a un plan director que a una simple distribución de productos.
Cómo trabajamos en Minvestgrup
Nuestra visión es dinámica. Entendemos el patrimonio como un sistema vivo, flexible y alineado con el ciclo vital del cliente.
En tiempos de incertidumbre, la diferencia no está en tener más productos, sino una estrategia sólida. Diversificar con criterio es proteger lo que tienes… y dar sentido a lo que vendrá.